½ litro de leche entera
100 g de azúcar (o 50 g de tagatosa)
4 huevos
½ vaina de vainilla o 1 cdta. de extracto
Caramelo para los moldes
80 g de azúcar (o 40 g de tagatosa)
1 cda.de agua
Instrucciones Caramelo
1. Pon en un cazo pequeño el azúcar con el agua y calienta a fuego alto, hasta que empiece a caramelizar. No remuevas con ningún instrumento mientras se calienta, a lo sumo, menea un poco el cazo en vaivén.
2. Mantén el cazo en el fuego hasta que el caramelo esté oscurito y reparte el caramelo en 6 moldes de flan.
3. MUCHO CUIDADO CON LA MANIPULACIÓN DEL CARAMELO, QUE ALCANZA TEMPERATURAS MUY ALTAS QUE TE PUEDEN HACER QUEMADURAS SERIAS.
Flan
1. Pon el horno a calentar a 150º.
2. Pon la leche en un cazo y calienta suavemente.
3. Abre la vaina de vainilla y raspa las semillas; échalas a la leche. O agrega el extracto si lo usas.
4. Lleva la leche a ebullición y apaga el fuego; agrega el azúcar y deja que se temple cinco minutos, mientras la vainilla infunde su sabor.
5. En un bol casca los huevos y bate ligeramente sin formar espuma. Cuando la leche se haya templado (ojo, que si está demasiado caliente se cuaja el huevo) añade los huevos y mezcla batiendo suavemente sin formar espuma.
6. Distribuye esta mezcla caliente entre los 6 moldes de flan. Tapa cada molde con un pedazo de papel de aluminio. Coloca las flaneras en una fuente donde no sobre mucho espacio.
7. Pon un litro de agua a hervir. Cuando hierva mete la fuente en el horno y vierte el agua hirviendo en la fuente, hasta que cubra por lo menos la mitad de la altura de los moldes.
8. Cierra el horno y deja cocer al baño maría 35 minutos (mejor sin aire, que evapora el agua). Al cabo de ese tiempo los flanes deben estar cuajados; saca uno y comprueba que el centro esté cuajado metiendo un cuchiillo, que debe salir más o menos limpio.
9. Saca las flaneras del baño maría y deja enfriar por completo. Y luego, al frigo.
10.Saca las flaneras del baño maría y deja enfriar por completo. Y luego, al frigo.
11. Cuando los flanes estén bien fríos, desmolda pasando un cuchillo romo entre el flan y el molde. Invierte la flanera sobre un plato, mete el cuchillo con cuidado otra vez para romper el vacío y ¡flops! el flan caerá tan ricamente derramando todo su caramelillo.